El propósito de este protocolo es ofrecer herramientas que permitan el análisis y la reflexión basada en principios y valores básicos y universalizables que promuevan, resalten y pongan en valor la Humanización y que permitan a los gestores y responsables de calidad integrar el conocimiento obtenido mediante evidencias, en el desarrollo de sus planes de mejora, planes de calidad y planes estratégicos.
Está dirigido tanto a sistemas amplios de gestión, como un Ministerio de Salud como a otros más concretos como entidades prestadoras de salud, hospitales, residenciales de personas mayores o centros de atención primaria en salud, entre otros. En el presente protocolo se emplearán por ello los términos sistema u organización, de manera genérica.
Trabajar con el protocolo en un caso u otro seguirá la misma metodología, cambiando el tamaño del alcance y las particularidades que cada uno de estos sistemas tendrá que matizar al realizar la evaluación.
No se trata por tanto de una herramienta para la planificación sino para el análisis y la valoración del nivel de Humanización de un ámbito determinado, que permita la planificación posterior. La recomendación es por tanto la de integrar los planes de Humanización en la planificación de Calidad o la planificación estratégica.
Este protocolo está especialmente dirigido a personas con capacidad de decisión en las organizaciones, visión global y alto conocimiento de la misma, preferentemente gestores, directivos, responsables de calidad, o puestos similares.