< Volver
El Programa de Humanización Prenatal y del Nacimiento se fundamenta en los preceptos de que la humanización de la Atención Obstétrica y Neonatal es la primera condición para un adecuado seguimiento del parto y del puerperio. La humanización comprende al menos dos aspectos fundamentales. El primero se refiere a la convicción de que es deber de las unidades de salud recibir dignamente a las mujeres, sus familias y al recién nacido. Esto requiere una actitud ética y solidaria por parte de los profesionales de la salud y de la organización de la institución para crear un ambiente acogedor y establecer rutinas hospitalarias que rompan con el tradicional aislamiento impuesto a las mujeres. El otro se refiere a la adopción de medidas y procedimientos reconocidos como beneficiosos para el seguimiento del trabajo de parto y del nacimiento, evitando prácticas intervencionistas innecesarias, que aunque tradicionalmente se realizan, no benefician a la mujer ni al recién nacido, y que muchas veces entrañan mayores riesgos para ambos.
En el anexo II (Principios y condiciones generales para una asistencia adecuada al nacer) declara:
“La humanización de la Atención Obstétrica y Neonatal es condición para un adecuado seguimiento del parto y del puerperio. Recibir dignamente a mujeres y recién nacidos es una obligación de las unidades. La adopción de prácticas humanizadas y seguras implica la organización de rutinas, procedimientos y estructura física, así como la incorporación de conductas acogedoras y no intervencionistas”.
Vigente
Arbol de contenidos
Contacto
Redes Sociales